Resumen
Las identidades son mudables. A principios del siglo XX la religiosidad, Gurutzea, fue un elemento de cohesión de la sociedad guipuzcoana y de la vasca. Junto a este sólido principio, e íntimamente ligado a él, se encontraba el elemento foral y cultural, Arbola, que se pensaba se podría reintegrar. La iglesia vasca, junto a la española, era hija de las vicsitudes traumáticas del siglo XIX. El discurso del clero guipuzcoano abrazó un integrismo reaccionario, disonante con el liberalismo de su época histórica. Este credo se puso de manifiesto en los sermones de las fiestas euskaras.
Articulo de texto completo
Generated from XML file
Autores/as
[1]
Berriochoa Azcárate, P. 2008. “Gurutzea eta Arbola”: Apuntes sobre la Iglesia vasca y los sermones de las fiestas euskaras en Gipuzkoa. Boletín de la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País. 64, 2 (jul. 2008).
Atribución-CompartirIgual 4.0 Internacional (CC BY-SA 4.0) RSBAP 2020