TY - JOUR AU - Albistur, Francisco Xabier PY - 2021/12/01 Y2 - 2024/03/29 TI - Ignacio de Loyola, para todos los tiempos y para todos los hombres JF - Boletín de la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País JA - boletín VL - 77 IS - UNICO SE - ARTÍCULOS DO - UR - http://rsbap.org/index.php/boletin/article/view/4616 SP - AB - <p>Este artículo sigue una línea iniciada por el autor en su investigación&nbsp;sobre la persona de Ignacio de Loyola, centrada en las líneas destacadas de&nbsp;su personalidad que nos ha trasmitido en sus escritos autobiográficos, en sus&nbsp;escritos religiosos, su correspondencia, sus obras institucionales.</p><p>La estructura de la personalidad de Ignacio motiva el título de este&nbsp;artículo ya que el fundamento específi camente ético de su persona, de su&nbsp;conducta, de sus decisiones y su determinación en el cumplimiento de sus&nbsp;objetivos lo hacen una figura referente para cualquier ser humano que en&nbsp;cualquier época, entiende la vida personal y colectiva como una continua&nbsp;superación con efectos claros en la convivencia y en el bien común.&nbsp;</p><p>Todavía duran los ecos de los descriptores de Ignacio como un militar&nbsp;hosco y riguroso, del personaje introvertido e inquietante maquinador.&nbsp;Sin embargo, el entorno de nuestro protagonista es claridad de ideas,&nbsp;transparencia en intenciones y propuestas, apertura a la relación personal,&nbsp;sensibilidad por las debilidades ajenas, generosidad y confianza con el&nbsp;colaborador, diplomacia en el trato con los poderosos que deciden, estrategia&nbsp;para alcanzar los objetivos, reflexión sobre la experiencia vivida, aprendizaje&nbsp;continuo, una honda y amplia humanidad. Todo ello en una atmosfera&nbsp;de conducta ética que empapa las relaciones personales, el ejercicio de la&nbsp;autoridad, el ejercicio del poder, la cultura de la organización y el contenido de su misión vital.&nbsp;Se añade su profunda fe que surge de su confianza en Dios&nbsp;a quien va descubriendo mientras se abre camino en la construcción de su&nbsp;obra renovadora y en quien deposita su confianza.&nbsp;</p><p>La Ética que dirige la conducta y la fe se integran, y construyen la&nbsp;persona hacia el logro de la excelencia personal no como ideal exclusivista&nbsp;sino como instrumento de cambio, como propuesta de forma de vida y&nbsp;como compromiso de cambio social pues el objetivo ideal es el bien común&nbsp;(el bien de los prójimos) que es la voluntad de Dios. El imaginario de&nbsp;Ignacio es expandir esta excelencia personal como modelo de vida social y&nbsp;espiritual.&nbsp;</p><p>Ignacio nos muestra cómo se va haciendo y tal hecho es lo que nos&nbsp;cuenta y nos manifi esta. No se nace bueno o malo, cada uno se convierte&nbsp;en una de las dos cosas a base de práctica, de orden y disciplina o de&nbsp;lo contrario, por la adopción o desprecio de valores y normas que&nbsp;regulan las relaciones sociales. También de esta manera se construye a sí&nbsp;mismo, en un proceso de autoliderazgo, de saber dirigirse a sí mismo, de&nbsp;autorrealización, con el que experimenta la importancia de la dimensión&nbsp;ética de la vida personal y de su función en el liderazgo social que de&nbsp;dicha conducta ética se desprende, pues atrae a otras personas y con&nbsp;ellas logrará influir en el orden social y construir una gran e influyente&nbsp;organización.&nbsp;</p><p>Ignacio nos induce con sus ideas a irnos haciendo, a reconvertirnos o&nbsp;autorrealizarnos de forma permanente. El mismo vivió esta experiencia de&nbsp;construcción hasta que en Loyola se convenció (no convirtió) de que había&nbsp;otra forma de vida menos condicionada, por tanto, más libre y constructiva&nbsp;pues dependía sólo de su propia voluntad, su determinación y su convicción&nbsp;ética. Así fue surgiendo un liderazgo que es fundamentalmente instructivo,&nbsp;pues es un proceso que él vive y enseña a vivir, una relación que se construye&nbsp;consigo mismo y con los otros con relaciones interpersonales y sociales&nbsp;influyentes y eficientes para el fin de la renovación personal y social que se&nbsp;persigue.</p><p>Estas experiencias convertidas en enseñanza y programas llevan a&nbsp;generar una estructura organizativa cohesionada y capacitada para cumplir&nbsp;por el compromiso de sus miembros con la misión renovadora que Ignacio&nbsp;se propuso, con instrumentos creados por él como el discernimiento, la&nbsp;formación humana e intelectual, la reflexión como estrategia de acción, la&nbsp;consideración de los tiempos y circunstancias, la prudencia en la palabra y&nbsp;los actos y la identidad con los fines de la organización.</p> ER -